역사 (Historia)

시간 (Tiempo)

Ssem쌤 2024. 9. 19. 09:08

 

안녕하세요!

 

 

 

 

En nuestra vida moderna, estamos rodeados de relojes, pero ¿alguna vez se han preguntado cómo las personas medían el tiempo antes de que estos fueran tan comunes?

 

Vamos a hacer un pequeño viaje al pasado, en particular a la era Joseon (조선) en Corea, para descubrir cómo la gente de aquel entonces organizaba su día sin la necesidad de un reloj moderno.

 

 

 

 

Hoy en día, saber la hora es algo tan fácil que ni lo pensamos. Tenemos relojes en la muñeca, en cada habitación de la casa, y hasta guardamos algunos que ni usamos, recibidos como regalos o recuerdos. Aunque hay gente que no usa reloj, no se siente incómoda, porque siempre hay uno cerca. Pero no hace tanto tiempo, los relojes no eran tan comunes. En corea, durante la época colonial japonesa, los ricos presumían sus relojes de bolsillo (회중시계), y los relojes de pulsera (손목시계) se consideraban un símbolo de modernidad, especialmente entre las mujeres.

 

En la era Joseon (조선), sin embargo, no había necesidad de conocer la hora exacta. La mayoría de la gente trabajaba en el campo, y lo importante eran las estaciones del año, no el tiempo. Se levantaban con el canto del gallo, trabajaban cuando salía el sol, comían cuando tenían hambre, y regresaban a casa cuando se ponía el sol.

 

El tiempo se medía de forma diferente. El día se dividía en 12 partes basadas en los signos del zodiaco chino, y las noches se organizaban en cinco vigilias (경, 更), que variaban según la estación. Aunque parecía complicado, no lo era. La gente no necesitaba precisión; sabían que al oscurecer comenzaba la primera vigilia, la segunda cuando todo estaba oscuro, y así hasta el amanecer. Antes de los relojes mecánicos, este sistema era más que suficiente para la vida cotidiana.


En la era Joseon, sin embargo, no había necesidad de conocer la hora exacta. La mayoría de la gente trabajaba en el campo, y lo importante eran las estaciones del año, no el tiempo. Se levantaban con el canto del gallo, trabajaban cuando salía el sol, comían cuando tenían hambre, y regresaban a casa cuando se ponía el sol.

El tiempo se medía de forma diferente. El día se dividía en 12 partes basadas en los signos del zodiaco, y las noches se organizaban en cinco vigilias, que variaban según la estación. Aunque parecía complicado, no lo era. La gente no necesitaba precisión; sabían que al oscurecer comenzaba la primera vigilia, la segunda cuando todo estaba oscuro, y así hasta el amanecer. Antes de los relojes mecánicos, este sistema era más que suficiente para la vida cotidiana.

 

자시 : 23시 ~ 01시

축시 : 01시 ~ 03시

인시 : 03시 ~ 05시

묘시 : 05시 ~ 07시

진시 : 07시 ~ 09시

사시 : 09시 ~ 11시

오시 : 11시 ~ 13시

미시 : 13시 ~ 15시

신시 : 15시 ~ 17시

유시 : 17시 ~ 19시

술시 : 19시 ~ 21시

해시 : 21시 ~ 23시

 

 

En la antigüedad, una de las responsabilidades más importantes del rey era informar a la población sobre el tiempo. Los monarcas se encargaban de observar el cielo y, con base en ello, comunicar la hora a su pueblo, lo que era un símbolo de poder y autoridad. Por esta razón, en los palacios había relojes de gran precisión. Un ejemplo de esto es el Jagyeokru (자격루). Este reloj marcaba las horas con campanas, y así se informaba al pueblo. 

 

En la dinastía Joseon (조선), Seúl tenía un sistema similar. En el centro de la ciudad había un gran campanario de dos pisos, desde donde se tocaba la campana dos veces al día: una para anunciar el cierre de las puertas de la ciudad al atardecer y otra para la apertura al amanecer.

 

자격루

 

Durante la noche, los guardias usaban el reloj de agua para medir el tiempo en el palacio y golpeaban tambores y gongs en intervalos regulares para informar la hora. Al escuchar estos sonidos, los guardias de la ciudad cambiaban de turno, y en el palacio se realizaban ceremonias.

 

En cambio, durante el día no había campanadas continuas, excepto a mediodía, cuando se tocaba un tambor para marcar la hora. Para ayudar a la gente a saber la hora, se colocaba un reloj de sol llamado Angbu Ilgu (앙부일구) en lugares visibles, como en el puente Hyejeonggyo (혜정교).

 

앙부일구

 

 

Con el tiempo, este sistema evolucionó. En la época del rey Gojong (고종), el sonido del tambor fue reemplazado por un cañón que se disparaba desde el puente Geumcheon (금천), y más tarde, durante la ocupación japonesa, se introdujo el uso de sirenas, aunque la gente seguía refiriéndose a ellas como "opo," que significa cañón de mediodía.

 

A pesar de estos sistemas, no siempre eran efectivos. Los sonidos de las campanas, tambores y gongs no llegaban a todos los rincones de la ciudad, lo que causaba retrasos, especialmente entre los funcionarios que debían asistir a reuniones en el palacio. Para solucionar esto, a veces los guardias se apresuraban a notificar a los soldados encargados de abrir o cerrar las puertas de la ciudad cuando escuchaban el primer sonido de la campana. En Japón, había un sistema similar, donde las señales se transmitían por medio de abanicos cuando los sonidos de los tambores no eran lo suficientemente claros.

 

 

 

 

 

En las grandes ciudades como Pyeongyang, Jeonju y Suwon, que eran importantes tanto militar como administrativamente, había relojes precisos para indicar la hora. Sin embargo, en la mayoría de las localidades más pequeñas, no había relojes oficiales, por lo que las personas debían determinar el tiempo por sí mismas, utilizando distintos métodos.

 

Uno de los métodos más simples para conocer la hora durante el día era observar la posición del sol. Sin embargo, como la altura del sol cambia según la estación, solo saber si el sol estaba alto o bajo no era suficiente. Se usaba el concepto de "mediodía" cuando el sol estaba en su punto más alto en el sur, y se calculaba el tiempo en función de cuán cerca o lejos estaba el sol de esa posición. Por esta razón, desde pequeños se enseñaba a los niños a identificar los puntos cardinales, lo cual les ayudaba no solo a orientarse en el espacio, sino también a entender el paso del tiempo.

 

La manera más sencilla de orientarse era usando una brújula, un objeto muy común debido a la popularidad del feng shui, que requería una brújula para determinar la mejor ubicación para las construcciones. Sin embargo, también se podía utilizar la estrella polar para determinar la dirección. Si uno se paraba mirando hacia la estrella polar, el este quedaba a la derecha y el oeste a la izquierda. Otra técnica consistía en observar la sombra de un palo clavado en el suelo: cuando la sombra era más corta, se sabía que era mediodía.

 

Una vez definidos los puntos cardinales, hacer un reloj de sol era sencillo. Se trazaban líneas radiales en un disco de piedra y se marcaban las horas según la dirección norte-sur y este-oeste. Estos relojes de sol eran comunes en las casas de las familias adineradas y también existían versiones portátiles. Algunos incluso llevaban pequeños relojes de sol colgados del mango de sus abanicos para usarlos en cualquier lugar, y estos incluían una pequeña brújula para orientarse correctamente.

 

Por la noche, cuando el sol ya no era visible, las estrellas tomaban su lugar. Observando el movimiento de las constelaciones alrededor de la estrella polar, la gente podía estimar la hora.

En días nublados o lluviosos, cuando ni el sol ni las estrellas eran visibles, se recurría al reloj de incienso (향시계). Este tipo de reloj, muy común en los templos, utilizaba incienso especial que se quemaba lentamente. El tiempo se calculaba según el avance de la quema. En Occidente, un dispositivo similar era el reloj de vela, y en Corea también se utilizaba este concepto en algunos exámenes, donde los candidatos debían entregar sus respuestas antes de que una vela se consumiera por completo.

 

Cuando ni siquiera se contaba con un reloj de incienso, la única opción era estimar el tiempo, aunque en muchos casos, no saber la hora exacta no tenía gran importancia.

 

Espero que les haya resultado interesante este vistazo al pasado.


A veces, es fascinante recordar que lo que ahora consideramos simple y cotidiano, como saber la hora, antes era todo un arte y una necesidad.